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La Facturación Electrónica es un modelo que ha ganado millones de adeptos en todo el mundo. Por sus múltiples ventajas, que van desde las económicas hasta las ecológicas, esta herramienta se ha posicionado como la mejor opción para tributar en la actualidad.
Por todos estos beneficios para el emisor y receptor, como por los que les ofrece a los entes tributarios, este recurso se ha ido adoptando gradualmente como obligatorio en algunos países de América Latina, mientras que en otros está en etapa de voluntariedad, pero con las miras a una obligatoriedad próxima.
Según el reporte anual de la consultora suiza Billentis, América Latina se encuentra a la cabeza de la Facturación Electrónica a nivel mundial. Entre los países más destacados por su avanzada implementación, el estudio destaca a Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y México.
Las razones esgrimidas para explicar este desempeño, son la obligatoriedad en varios países y el empuje que le han dado los sectores públicos a este sistema. También se destaca el crecimiento que se espera para este año en Colombia, Guatemala y Bolivia.
Sobre el impacto negativo que ha tenido la pandemia de COVID-19 sobre el uso en la región, se incluye entre los afectados a países con adopción alta del sistema y tasa de contagios también importante, como México y Argentina. Las razones se hallan en las cuarentenas que afectaron gran parte de la economía.
Además, como otro aspecto negativo de las restricciones por el virus, se pudo observar que varios países tenían la obligatoriedad próxima y decidieron posponerla. De todas maneras, este informe aclara que se espera que el crecimiento de la Facturación Electrónica sea alto y sostenido durante todo el 2021.
Para leer el reporte completo, haz click aquí.
Escrito por Pablo Ortiz.
